El PECT "Porcino de Lleida, la producción sostenible inteligente", por medio de sus operaciones, aborda la mayoría de los retos del sector porcino identificados, como se desprende de los objetivos estratégicos del PECT y los específicos de las operaciones y de sus actuaciones.
Las cuatro operaciones del PECT inciden de manera directa en la mayoría de los retos y las líneas estratégicas identificadas por los representantes del sector para darles respuesta. El aumento del nivel sanitario de las explotaciones (PORCINO-SANIDAD), la mejora del tratamiento y la gestión de los purines, las medidas de reducción del impacto ambiental (PORCINO-EFICIENTE y PORCINO-DEYECCIONES), la mejora de la competitividad del sector (PORCINO-eFICIENTE y PORCINO-TECNOLÓGICO), la implicación con la sociedad (PORCINO-TECNOLÓGICO) y la mejora de la eficiencia alimentaria (PORCINO-eFICIENTE y PORCINO-TECNOLÓGICO). En parte, la operación PORCINO-TECNOLÓGICO da respuesta al reto de la formación profesional especializada, no de forma reglada pero sí en cuanto a los contenidos formativos.
Los principales retos que afronta el sector y las líneas estratégicas para darles respuesta son los siguientes:
La sanidad es un aspecto fundamental que afecta de manera directa la competitividad de las explotaciones. Desde los costes de producción hasta la imagen que llega al consumidor final. Por este motivo se tienen que incrementar los estudios y los controles de la sanidad a las granjas. Una línea de acción concreta en este ámbito es la creación de centros públicos de limpieza y desinfección de los vehículos puesto que los que hay son privados y esto supone un problema en la hora de poder limpiar y desinfectar los camiones
La mejora del tratamiento y gestión de los purines es uno de los grandes retos estratégicos del sector. A la vez que es de una gran complejidad porque afecta el diseño de las instalaciones, el manejo, la nutrición, los sistemas de tratamiento, el almacenamiento, la utilización de equipos de medida directa de los nutrientes o la aplicación localizada, para mencionar solo algunos. Además, hace falta la implicación a fondo de las administraciones públicas con incentivos equiparables a los de los países competidores y de manera muy especial los relacionados con la producción de biogás o la subvención de una parte del coste del transporte en función de la distancia donde el purín se pueda aplicar
Implantar medidas e incentivos para que las explotaciones más grandes, dispongan de plantas de tratamiento de purines a las mismas granjas, con el consiguiente aprovechamiento energético, la reducción de impacto ambiental y de los costes de producción.
A caballo del impacto medioambiental y el social, la reducción y la eliminación de los olores acontecerá un imperativo a medio y largo plazo por lo cual hay que impulsar desde ahora las medidas necesarias para hacer frente.
En el ámbito mundial, la producción de carne de cerdo se sitúa en primer lugar respecto a la producción de carne otras especies, es, pues un sector muy competitivo. El nuestro ha estado, hasta ahora, un modelo de éxito, pero porque lo pueda seguir siendo hay que analizar a fondo los puntos fuertes y los puntos débiles y actuar en consecuencia. Una de las estrategias que podrían mejorar nuestra posición competitiva seria fomentar mayor integración con el sector agrario local, aprovechando mejor los recursos de proximidad y las sinergias derivadas de esta integración
Hay que impulsar una rama especifica de la formación profesional orientada al manejo del ganado y de las granjas. La profesionalidad, en este y en todos los ámbitos es un aspecto clave para la mejora de la productividad y la competitividad. Este punto está relacionado con otros, puesto que la consideración social de una profesión está directamente relacionada con su capacidad de atracción, a la vez que el mayor conocimiento y las habilidades requeridas para ejercerla refuerzan la consideración
La mejora de las infraestructuras tiene dos aspectos básicos: la mejora de las instalaciones de las granjas, por su impacto en la sanidad, la productividad y la imagen y la mejora de los caminos y accesos a las explotaciones ganaderas
Es el cliente final quien determina la cadena de valor, y no a la inversa, como parecería desprenderse de la gestión tradicional en el sector y, en lo posible, son las ventas que tienen que determinar la producción. En este sentido hay que hacer un gran esfuerzo de marketing, es decir, estudios de mercado, de preferencias de los consumidores, precios, productos, presentación, promoción, distribución, etc. y, estudiar la posibilidad de crear una marca de calidad de Lleida, poniendo en valor el hecho que es la primera en producción de porcino de Cataluña.
Además de los aspectos económicos, el estatus social de una profesión está directamente ligado con su capacidad de atracción de talento. En nuestro entorno cultural la figura del ganadero/granjero no tiene la consideración que corresponde a su importancia en el sistema económico. Hace falta una mayor integración con la sociedad civil porque conozca cuál es la tarea real que realiza y no prevalezcan los tópicos
Actualmente se utilizan muy poco los recursos del territorio para alimentar los cerdos que se producen. Se compra mucho al exterior cuando disponemos de recursos naturales y de proximidad en calidad y cantidad.
Potenciar la investigación en eficiencia alimentaria incide de manera directa en los costes de producción, en las fuentes de abastecimiento de primeras materias, en la calidad de los canales y en las características de las deyecciones. Este impacto múltiple hace un elemento estratégico decisivo.